
Andrea Riseborough
41 añosPremios: 0 Oscar (más 1 nominaciones) Ver más
Camaleónica
Andrea Riseborough ha pasado de ser una gran desconocida del gran público, a, al menos, sonar, gracias a su inesperada nominación al Oscar por su desgarrador papel en “To Leslie”, por una campaña donde se ha visto arropada por sus colegas de interpretación Jennifer Aniston, Charlize Theron, Sarah Paulson, Gwenyth Paltrow, Jane Fonda, Kate Winslet, e incluso por su principal rival al galardón, Cate Blanchett.
Una campaña que fue cuestionada por la mismísima Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, que como no vio venir la nominación, que se había beneficiado por su apoyo en redes sociales, decidió abrir una investigación por si podía haber algo irregular, investigación que duró dos telediarios, pues con su torpe movimiento más bien beneficiaron a la actriz, que siempre a pesar de su dilatada carrera, ha llevado una existencia muy discreta, casi todo lo que se sabe de ella está ligado a su trayectoria profesional.
Andrea Riseborough nació en el nordeste de Inglaterra, en Newcastle upon Tyne, en 1981, en el seno de una familia que nada tenía que ver con el cine y la interpretación, pues la madre era secretaria, y él vendedor de automóviles. En todo caso la conexión venía por la abuela paterna, que fue taquillera en un cine, y por el progenitor, que con este motivo veía muchas películas, la actriz asegura que es una autoridad en cine en blanco y negro.
Aunque quien más estuvo atenta a su formación y a la de su hermana Laura, fue su abuela materna, que les inculcó el hábito del trabajo, pues la mujer tenía una larga jornada que comenzaba a las 5 de la mañana y terminaba a las 11 de la noche, siempre afanada en alguna tarea. “No la recuerdo sentada sin hacer nada, incluso en una ocasión en plena cena de Navidad, seguía planchando, y si me oyera ahora, simplemente diría, bueno, había que hacerlo”, comentaba en una ocasión. Parece que la atrajo la interpretación desde jovencita, por las lecturas de Shakespeare en el colegio, de modo que actuó en varias obras teatrales con su hermana, y decidió formarse en serio en la Real Academia de Arte Dramático o RADA, donde compartió aula con Tom Hiddleston, pasando a formar parte luego del National Youth Theater en 2005. Aunque antes se había ido de caso y había encadenado trabajos como el de camarera.
Su filmografía supera de largo la cuarentena de títulos, y sólo cabe decir que interpreta lo que le echen, siempre con gran convicción, y que siempre ha sido bastante selectiva a la hora de escoger papeles, no acepta cualquier cosa. Ya casi desde el principio, pues en 2006 se la pudo ver, muy fugazmente, en Venus, un film con una leyenda como Peter O'Toole, para luego escalar a roles de cierta entidad en títulos de prestigio como Happy. Un cuento sobre la felicidad (2008) de Mike Leigh, o la adaptación de novelas de Kazuo Ishiguro, Nunca me abandones, y Graham Greene, Brighton Rock, ambas de 2010. Y aceptaba el desafío de interpretar a personajes reales conocidos, recibiendo muy temprano el calificativo de “camaleónica”, pues igual era una juvenil Margaret Thatcher en Margaret Thatcher: The Long Walk to Finchley (2008), que Wallis Simpson en W.E (2011), a las órdenes de Madonna.
Aunque eventualmente acabaría estableciéndose en Los Ángeles, no han sido muchos sus coqueteos con las grandes superproducciones de Hollywood, y siempre se acuerda de su país natal, Reino Unido. De momento no ha sucumbido a los encantos de los superhéroes Marvel, pero sí dijo sí a Tom Cruise a la hora de estar en la cinta de ciencia ficción Oblivion (2013) interpretando a su esposa, aunque sin gran presencia. Pero esto le permitió arrimarse a un superhéroe diferente, Birdman (o la inesperada virtud de la ignorancia) de Alejandro González Iñárritu, que fue Oscar a la mejor película, y al mismo tiempo tenía la vitola de cine de calidad, aunque no le agradaban las exigencias técnicas exigidas por la simulación de estar rodado en un solo plano. En cualquier caso calidad era lo que siempre buscaba, trabajando a destajo y sumando varios títulos el mismo año, ya fuera para una versión televisiva de Testigo de cargo (2016), un thriller judicial en Sudáfrica junto a Steve Coogan, Guardián y verdugo, o el nuevo film del diseñador de ropa Tom Ford, Animales nocturnos.
La actriz ha buscado, sin renunciar a mantener un nivel alto, la conjugación de títulos con posible tirón popular como La batalla de los sexos, o un capítulo de la serie distópica Black Mirror, con otros más arriesgados como la singular crítica al comunismo de La muerte de Stalin, todas de 2017. No es de las que miran por encima del hombre la series, de modo que ha tenido presencia en Waco (2018) y ZeroZeroZero (2020). Y hasta se ha apuntado a una cinta de terror, quizá por probar el género, con La maldición (The Grudge) (2020).
Está claro que optando por muchos títulos, y aun siendo selectivo, hay riesgos, pero 2022 ha sido el gran año de To Leslie, por su papel indie de alcohólica ganadora de la lotería en busca de la redención, al tiempo que se apuntaba a un musical, Matilda, de Roald Dahl: El musical, y se permitía estar en una cinta autoral que se ha estrellado en la taquilla, la coral Amsterdam de David O. Russell. Sobre el papel que definitivamente la ha puesto en el mapa asegura que “una de las cosas maravillosas de interpretar a Leslie fue esa sensación de abandono irresponsable. Ya sabes, de verdadera anarquía. Pero era un espacio psicológico profundamente difícil de habitar. Lo más duro para el adicto es que aquellos con quienes deberías tener la mayor intimidad a menudo tratas de mantenerlos a distancia.” Una idea a la que incorporó la realidad de tener que moverse en las pausas con mascarillas por ser un rodaje en la era del covid-19.
Riseborough apareció en el show de Jimmy Kimmel llevando una sudadera que exigía igual paga para hombres y mujeres en el mundo del cine, y tiene su propia compañía para desarrollar proyectos, Mother Sucker, que pone el acento en historias de mujeres. Es discreta en lo relativo a su vida privada, aunque se sabe que su pareja actual es el actor Karim Saleh, con quien hizo en 2020 el film Luxor. Y se considera afortunada de que gran parte de su vida ordinaria la vive al margen de su profesión, con amigos que no pertenecen a la industria audiovisual.