
Kate Winslet
47 añosPremios: 1 Oscar (más 6 nominaciones) Ver más
Con carácter
Con 31 primaveras cumplidas y 14 años haciendo películas, Kate Winslet acapara ya 5 nominaciones al Oscar. Todo un récord del que no puede presumir ninguna otra actriz. No está mal para una joven que ha bebido la interpretación en casa, desde la más tierna infancia. Su talento interpretativo es un hecho indiscutible, da gusto verla transformarse en los más variopintos personajes de fuerte carácter, apropiándose de sus sentimientos.
Una de las cosas que más agrada de Kate Winslet (Reading, Berkshire, Gran Bretaña, 1975) es que no parece una mujer obsesionada por su físico. En unos tiempos en que la talla importa, y mucho, para triunfar en el cine, lo que envía mensajes equivocados a mucha joven inmadura, resulta un alivio que Kate aparezca rellenita… y guapa, todo hay que decirlo.
Los padres de Kate, Roger y Sally, eran actores de teatro, al igual que los abuelos maternos y un tío. Y dos hermanas de la actriz, Anne y Beth, también han seguido la senda de la interpretación. Así las cosas, no es de extrañar que con sólo 11 años debutara ante la cámara en un anuncio de cereales. Casi lo raro es que su hermano Joss sea el único de la familia que no se ha convertido en actor.
Al tiempo que grababa su spot, Kate iniciaba sus estudios en una escuela de interpretación. Nada de dejar las cosas a la improvisación, a una supuesta gracia natural. De casta le viene al galgo, sí, pero también hay que trabajar.
Los primeros trabajos de Winslet fueron en televisión, nada memorable, en series como Dark Season (1991). Pero dio el pelotazo con sólo 17 años en la malsana película del neozelandés Peter Jackson Criaturas celestiales (1994) Aquella historia de una amistad enfermiza entre dos colegialas, que vivían en un mundo de fantasía que les desconecta de la realidad, resultaba sobrecogedora. Curiosamente, Jackson y Winslet emprendieron un camino que les llevaría al éxito y la fama; en cambio la segunda colegiala, Melanie Lynskey, que sigue haciendo cine regularmente, no logró ese ascenso a la cumbre.
Desde este momento Winslet inicia una etapa que le lleva a formar parte de prestigiosas adaptaciones literarias: Sentido y sensibilidad (1995) (Jane Austen), a las órdenes de Ang Lee, junto a Emma Thompson, que le dio su primera nominación al Oscar; Jude (1996) (Thomas Hardy), dirigida por Michael Winterbottom; y Hamlet (1996), (William Shakespeare) en la versión de Kenneth Branagh, donde hizo el papel de Ofelia. Todos estos trabajos tenían en común un elemento, constante en la carrera de Winslet: la actriz pone toda la carne en el asador, se entrega sin reservas.
Todo estaba listo para navegar en Titanic (1997), una película que inicialmente presagiaba un hundimiento económico en concordancia con la historia que se contaba, pero que se convirtió en la de más éxito de la historia del cine, convirtiendo a Winslet –de nuevo nominada al Oscar– y a Leonardo DiCaprio en los actores de moda. Otros habrían echado a perder su carrera a partir de ese momento (James Cameron, sin ir más lejos, sigue siendo “el rey del mundo” sin películas desde entonces), pero ambos demostraron una inesperada madurez, y lo cierto es que se han pensado las películas en las que actuaban, y si no siempre han acertado al elegir, hay que reconocerles la capacidad de riesgo.
Y riesgo era en el caso de Winslet hacer películas como Holy Smoke (donde es una joven desorientada que busca experiencias místicas) o Quills, nueva película de época sobre el marqués de Sade. En ambos títulos la actriz demostraba que el pudor no era lo suyo, pues no le importó exhibir su desnudez. Los dos títulos citados y otros que le siguieron –una de espías en la II Guerra Mundial, Enigma, un biopic de escritora a dos tiempos con nueva candidatura al Oscar, Iris (2001), y un alegato contra la pena capital, La vida de David Gale–, probaron su talento interpretativo, pero no fueron en ningún caso memorables. Más interés tenía la rarita ¡Olvídate de mí!, de los también raritos Charlie Kaufman y Michel Gondry, surrealista película que le emparejó con Jim Carrey y cuarta postulación al Oscar.
Debió gustarle hacer de madre en Descubriendo Nunca Jamás, donde era la viuda con cuatro retoños que inspiraba al creador de Peter Pan. Y es que la actriz tiene dos hijos. Una niña, Mia, que nació en 2000 de su primer matrimonio, con James Threapleton. Y un chaval, Joe, nacido en 2003, que ha tenido con su actual marido, el director Sam Mendes. En esto de la maternidad también Winslet demuestra ir a contracorriente de Hollywood, donde las actrices suelen dejar para “después” el asunto de los niños.
Su versatilidad la ha probado Kate en sus últimos trabajos de 2006: animación (Ratónpolis), comedia romántica (The Holiday (Vacaciones)), adaptación literaria de prestigio (Todos los hombres del rey) y dramón acerca de una sociedad en crisis (Juegos secretos).
Ahora, por fin, parece que la Winslet va a ser dirigida por su esposo. Sam Mendes prepara Revolutionary Road, título basado en la novela de Richard Yates, que servirá además para reunirle con el actor con quien compartió billete y proa en cierto barco malhadado, Leonardo DiCaprio. Habrá que verla.
Premios
Nominado a 1 premio
- Actriz de reparto Steve Jobs
Ganador de 1 premio
- Actriz principal The Reader (El lector)
Nominado a 1 premio
- Actriz principal Juegos secretos
Nominado a 1 premio
- Actriz principal ¡Olvídate de mí!
Nominado a 1 premio
- Actriz de reparto Iris (2001)
Nominado a 1 premio
- Actriz de reparto Sentido y sensibilidad