
Robin Williams
63 años ()Robin Williams
Premios: 1 Oscar (más 3 nominaciones) Ver más
El showman de la pantalla
El comediante y actor Robin Williams apareció muerto en su residencia de Tiburón, junto a la Bahía de San Francisco, el 11 de agosto de 2014. La policía barajó un posible suicidio. "Mi corazón está roto", declaró su esposa, Susan Schneider. "Esta mañana, he perdido a mi marido y mi mejor amigo, mientras el mundo perdía a uno de los artistas y más bellas personas que han existido". El intérprete, que tenía 63 años, parecía haber superado su adicción al alcohol y las drogas, y una operación a corazón abierto por sus problemas cardíacos.
Dotado de un talento inigualable para la comedia, podría haberse pasado toda su carrera haciendo reír. Pero prefirió el reto que para él supuso interpretar dramas, por lo que escogía frecuentemente papeles dramáticos, y durante sus últimos años de plena actividad se ha decantó por los psicópatas.Robin Williams fue un “showman” cuyos personajes más logrados eran tipos vitalistas y positivos.
Según se infiere de las entrevistas, su sentido del humor proviene de su infancia, desgraciada, y solitaria. Nacido el 21 de julio de 1952 en Chicago (Illinois), Robin Williams fue el hijo único de una actriz, que le transmitió la vocación actoral, y un alto ejecutivo de una empresa de coches, que tenía que cambiar continuamente de lugar de residencia, dificultando que su hijo hiciera nuevas amistades. “Estar solo te proporciona una gran imaginación. Aprendí a crear mis propios juegos, leí un montón y desarrollé mis propios mecanismos de defensa para combatir la soledad, como el sentido del humor”, dijo Williams. Estudió interpretación en la renombrada Juilliard School, de Nueva York, donde coincidió con Christopher Reeve, posteriormente popular intérprete de Superman, con quien le unía una gran amistad. Cuando terminó, pasó mucho tiempo haciendo monólogos cómicos en varios clubs de San Francisco, hasta que se hizo con un papel importante, en la serie Mork and Mindy, donde era un alienígena que le proporcionó cierta popularidad. Tras contraer matrimonio con la bailarina italiana Valeria Velardi, protagonizó su propio programa, Robin Williams at Met, donde el actor se prodigaba en imitaciones y gags hilarantes.
Hollywood se fijó rápidamente en sus cualidades humorísticas. El primer cineasta que contrató a Williams para la gran pantalla fue Robert Altman, para su desastrosa adaptación de Popeye, el popular personaje de los dibujos animados. Aunque el actor logró convertirse en un Popeye bastante convincente, el film era nefasto. Pero Williams tuvo una oportunidad mejor de aprovechar su talento innato para el humor en Good Morning Vietnam, de Barry Levinson. Allí, su personaje era un showman, como él, que a través de las ondas radiofónicas alentaba a las tropas estadounidenses en Saigón. Tuvo tanto éxito que incluso fue nominado al Oscar al mejor actor.
Enseguida logró quitarse el sambenito de “graciosete” con su papel protagonista en El club de los poetas muertos, su consagración a nivel mundial. Y si el carismático profesor John Keating dejaba una huella imborrable en los alumnos de un rígido internado, su interpretación también se hizo inolvidable para los espectadores. A partir de ese momento se prodigó en el drama, haciendo de médico enDespertares, vagabundo en El rey pescador y judío atrapado en un campo de concentración enIlusiones de un mentiroso. Su mejor papel fue posiblemente el psiquiatra de El indomable Will Hunting, por el que obtuvo el Oscar al mejor secundario. De vez en cuando, seguía aprovechando su talento para la comedia, en Señora Doubtfire o Jack, toda una decepción, indigna de Francis Ford Coppola. Además, Robin Williams parecía tener cierta predilección por el género fantástico, pues intervino en Toys, Jumanji, Más allá de los sueños, El hombre bicentenario y dos películas de Steven Spielberg, Inteligencia artificial y Hook. De vez en cuando prestaba su voz a personajes animados, como el genio de Aladdin o Fender, el androide de Robots.
En el tramo final de su carrera, dio un giro hacia los personajes siniestros y psicópatas, como el fotógrafo obsesionado por una familia, en Retratos de una obsesión, el asesino de Insomnio y Alan W. Hakman, el traumatizado montador de La memoria de los muertos. Por lo visto, siempre había querido hacer ese tipo de papeles. “Estoy volviéndome oscuro”, comentaba poniendo una voz terrorífica cuando se le preguntaba. “No había hecho antes ese tipo de papeles, porque los estudios solían decirme que yo interpretaba muy bien a gente buena y sana”. De todas formas, siempre busca “sorprender al espectador”, por lo que seguirá buscando nuevos retos interpretativos en los próximos años.
Sus últimos trabajos relevantes fueron el presidente Dwight D. Eisenhower, en El mayordomo, y el genio de la publicidad protagonista de la serie The Crazy Ones. El intérprete se despidió de la pantalla interpretando de nuevo a la reproducción de otro mandatario estadounidense, Teddy Roosevelt, enNoche en el museo 3, al tiempo que le prestó su voz a un perro animado digitalmente en la comedia fantástica Absolutely Anything.
Ganador de 1 premio
- Actor de reparto El indomable Will Hunting
Nominado a 1 premio
- Actor principal El rey pescador
Nominado a 1 premio
- Actor principal El Club de los poetas muertos
Nominado a 1 premio
- Actor principal Good Morning, Vietnam