
Brian Cox
74 añosBrian Cox
Poderosa presencia
Actor shakespereano de imponente físico y voz profunda, Brian Cox es un actor habitual en las pantallas desde que encontró cierta "agenda oculta".
Aunque nació en Dundee, Escocia, el 1 de junio de 1946, Brian Cox tiene raíces irlandesas y católicas, siendo el más pequeño de cinco hermanos. Debido a la delicada salud de la madre, sus dos hermanas mayores ejercieron cierto rol materno cuando Brian era un niño.
Lo de actuar le atrajo pronto, pues siendo un adolescente se unió al Teatro de Repertorio de su ciudad natal. Además se formaría en la Academia de Música y Arte Dramático de Londres, lo que le permitió más tarde sumarse a diversas compañías teatrales, la más importante sin duda la Royal Shakespeare Company, donde brilló con su rey Lear junto a Laurence Olivier, o con su Tito Andrónico.
En las pantallas, desde mediados de los 60, acumuló trabajo en muchas series televisivas británicas. En cambio en cine se hizo esperar, si se exceptúa su fugaz composición de Trotsky en Nicolás y Alejandra (1971). Su talento actoral era innegable, pero la robustez de su poderío físico no le hacen un galán al uso. Eso no impidió que fuera el primer Hannibal Lecter visto en cine, antes de la llegada de Anthony Hopkins, en Hunter (Michael Mann, 1986). Pero el papel que le permitió empezar a ocupar un lugar en la memoria cinéfila fue el del detective Kerrigan en Agenda oculta (Ken Loach, 1990), una mirada a la guerra sucia contra el IRA en Irlanda del Norte, que ganó el Premio del Jurado en Cannes.
Con frecuencia Cox ha asumido roles secundarios que borda casi sin despeinarse. Así que ha estado en filmes sobre la Escocia donde se crió como Braveheart y Rob Roy, ambas de 1995. No tienen demasiado interés títulos con pretensiones comerciales no demasiado cubiertas, o sea, Memoria letal y Reacción en cadena, de 1996. Más interés tiene El coleccionista de amantes (1997), thriller aseadito. Y por supuesto el drama de Jim Sheridan The Boxer, vuelta a Irlanda, y la “marciana” Academia Rushmore (1998).
El actor cogió carrerilla a la hora de hacer cine, y junto a productos alimenticios dignos –Troya, las sagas Bourne y X-Men, The Ring (La señal)...–, brilla con sus pequeñas intervenciones en Adaptation. El ladrón de orquídeas (2002) –donde encarna al gurú de los guiones Robert McKee, a las órdenes de Charlie Kaufmann–, La última noche (2002) –le dirige Spike Lee, y es el padre en la ficción de Edward Norton–, Match Point (2005) –un rol de policía con Woody Allen–, Zodiac (2007) –una de psicópata de David Fincher–, Coriolanus (2011) –Shakespeare con Ralph Fiennes– y El origen del Planeta de los Simios (Rupert Wyatt, 2011) –maltratador de chimpancés–. Vale la pena destacar también su protagonismo en el sorprendente film carcelario The Escapist, donde también le dirigió Wyatt.
A Cox no se le caen los anillos por poner voz a la saga de videojuegos Killzone, e igual trabaja en radio que graba audiobooks con su envolvente voz. También sigue trabajando en tele, con buenas series como The Take (serie) y The Big C. El actor tiene cuatro hijos, dos con su primera esposa Caroline Burt, de la que se divorció en 1986, y otros dos con su actual mujer, Nicole Ansari-Cox.