
J.K. Simmons
68 añosPremios: 1 Oscar (más 1 nominaciones) Ver más
Buen trabajo
Según su personaje en "Whiplash", no existen dos palabras que hagan más daño que "buen trabajo". Él mismo debe aplicarse la rigidez del profesor Terence Fletcher, pues se supera continuamente a sí mismo. Resulta indiscutible que J.K. Simmons se luce sobre todo cuando interpreta a una figura autoritaria al que ni el más incauto osaría rechistar. Ha puesto firme a gritos en la pantalla a estudiantes, hijas díscolas y hasta al mismísimo Hombre Araña.
Las iniciales J.K. corresponden a Jonathan Kimble, de apellido efectivamente Simmons, que nació el 9 de enero en Detroit, la ciudad de los automóviles. A toda velocidad dejó los estudios para convertirse en compositor musical, no porque diera con un instructor tan fiero como el que le ha consagrado, sino porque descubrió el mundo de los grandes espectáculos de Broadway. Pronto cantaba conocidos temas musicales de obras como "Guys and Dolls" y "Carousel".
Desde que interpretó su primer papel en el cine, en la comedia Esto (no) es un secuestro, donde aparece muy brevemente, J.K. Simmons rueda a ritmo de percusionista frenético. Fue policía en El club de las primeras esposas, médico en Al cruzar el límite, vendedor de souvenirs en Celebrity, de Woody Allen y hasta padre manitas de Charlize Theron en Las normas de la casa de la sidra.
Pero el público le recuerda especialmente por dos creaciones. Una de ellas es el doctor Emil Skoda, eminencia del campo de la psiquiatría que asesora a los policías de Ley y orden. El personaje ha aparecido también en Ley y orden: Unidad de víctimas especiales y Ley y orden: Acción criminal, dos de los cinco spin-off de la inabarcable serie. La otra sería el despótico y abusivo J.J. Jameson, director del Daily Bugle, en la trilogía de Spider-Man dirigida por Sam Raimi. Convenientemente caracterizado con el pelo canoso, el bigote y el puro que distinguen al famoso personaje de Marvel, convenció a los apasionados de los cómics de que era el actor ideal para gritarle continuamente al pobre Peter Parker. Éstos no protestan si les cambian al Trepamuros, pero piden continuamente que Simmons vuelva.
A lo largo de su carrera se ha machacado una y otra vez, cual batería incansable que siente que todavía puede mejorar, en el teatro. Durante una gira en los escenarios de "Peter Pan" intimó con su compañera de reparto Michelle Schumacher, con la que después de contraer matrimonio en 1996 ha tenido tres hijos. A éstos no debe ponerle las cosas fáciles. "Hay una especie de entumecimiento, monotonía y falta de motivación en la cultura de 'buen trabajo'. Estamos criando a una generación de niños que están siendo exageradamente halagados por logros muy menores", ha comentado. "Creo que es contraproducente". El más tonto de sus vástagos será como poco ingeniero de telecomunicaciones.
Los hermanos Coen han recurrido a J.K. Simmons para interpretar a un jefazo de la CIA en Quemar después de leer, y al palurdo criminal con síndrome del intestino irritable Garth Pankake, que forma parte de la banda protagonista de The Ladykillers. Pero sin duda, quien más ha confiado en él en la pantalla ha sido su buen amigo Jason Reitman, que no sale de casa sin él a rodar desde que le dio el papel de BR, el jefe de Aaron Eckhart, en Gracias por fumar. "Creía que eras de las que saben decir basta", le reprochaba a su hija, la protagonista de Juno. Fue también uno de los empleados que despedía George Clooney en Up in the Air, el editor de la citada Charlize Theron, del que sólo se escucha la voz, en Young Adult, vecino de Kate Winslet en Una vida en tres días, y de nuevo otro progenitor enfrentado al reto de una hija adolescente, ésta obsesionada por perder peso, en Hombres, mujeres & niños.
Pero se le recordará especialmente por la 'indie' Whiplash, debut de Damien Chazelle, que nació como un corto donde J.K. Simmons ya encarnaba al instructor de música más temido que el bajel pirata de José de Espronceda, mientras que el joven al que martirizaba, Miles Teller, se incorporó en la versión largometraje. Al dominante Fletcher no se le ha resistido el BAFTA, el Globo de Oro y una candidatura al Oscar. Harto de tener que lisonjear por contrato durante las promociones a directores menores, se lo pasó especialmente bien cuando concedía entrevistas por este proyecto, que ha visto nacer. "He tenido algunas experiencias en los últimos años muy negativas", explicó en The Guardian. "Está muy bien hacer esto como parte de una película de la que puedo presumir sin reservas y no sentir que le estoy dando la vuelta a nada. Puedo ser honesto al 100% y no tengo que decir sandeces".
Premios
Nominado a 1 premio
- Actor de reparto Being the Ricardos